Moniciones para el 16o . Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo C
Lecturas:
- Gn 18,1-10
- Sal 14
- 2da lect.: Col 1,24-28
- Evangelio: Lc 10,38-42
Monición de entrada:
Continuamos los domingos del tiempo ordinarios para conocer más a Cristo y darle nuestra mejor respuesta. Él nos pide que pongamos todo nuestro esfuerzo en escucharle y responder a su invitación con un amor profundo. Pónganse de pie, por favor, para que iniciemos la Eucaristía de hoy, mientras recibimos a los ministros cantando con alegría.
Primera lectura: Génesis 18, 1-10 (Teofanía de Mambré: Señor, no pases de largo)
El Señor visita la casa de Abrahám. Dios premió la hospitalidad del patriarca con la promesa de un hijo. Así nos paga Dios cualquier gesto bueno de nuestra parte. Escuchen este interesante relato del libro del Génesis.
Segunda lectura: Colosenses 1, 24-28 (Dios reveló el misterio escondido desde siglos)
El sufrimiento es un signo de la cruz de Cristo. San Pablo, en su carta a los Colosenses, se alegra de sus penas y sufrimientos porque así “completa en su carne lo que falta a la pasión del Señor”. A través del dolor, el apóstol se identificó con Cristo. Su esperanza era la gloria prometida. Presten mucha atención a san Pablo.
Tercera lectura: Lucas 10, 38-42 (Marta y María reciben a Jesús)
Cristo se hospeda en la casa de Marta y María. María representa el discípulo verdadero porque no quiere nada excepto a Cristo. Sólo una cosa es necesaria. ¿Cuáles son tus preocupaciones principales? ¿Qué lugar ocupa Cristo en tu vida? Estas preguntas serán contestadas en el evangelio. De pie, por favor. Entonemos el Aleluya.
Oración Universal:
- Por nuestro Santo Padre el Papa, los obispos, sacerdotes y diáconos, para que primero procuren las cosas del Señor y las enseñen así a los fieles, Roguemos al Señor.
- Por los gobernantes, para que comprendan que el mundo no se puede conducir sin Dios y busquen la asistencia cristiana en las tareas que el Pueblo les ha confiado, Roguemos al Señor.
- Por los que anuncian la paz y la justicia al mundo entero, para que nunca se desanimen en esta lucha, Roguemos al Señor.
- Por las mujeres, para que sigan el ejemplo de María en la oración y de Marta en el servicio al prójimo, Roguemos al Señor.
- Por cada uno de nosotros y por nuestras intenciones (una pausa), para que respondamos con generosidad a la llamada de Jesus Cristo, Roguemos al Señor.
Exhortación Final
Te bendecimos, Señor Jesús, porque en tu vida supiste unir la contemplación y la acción en equilibrio exacto, dándonos ejemplo de oración y comunicación con Dios, así como de entrega incondicional a la liberación de los hombres.
Enséñanos, Señor, a dedicar tiempo, silencio y atención para escuchar y asimilar tu palabra, como María en Betania, buscando cada día y ante todo el reino de Dios y su justicia.
Ayúdanos a salir victoriosos en este empeño y concédenos, Señor, la diligencia solícita y la servicialidad acogedora de María, lo mismo respecto de ti, de evangelio y de tu palabra de vida que de nuestros hermanos, los hombres más necesitados.
Amén.
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