Hoy 3 de febrero, la Iglesia católica celebra la festividad de San Blas.
Fue un médico y obispo que murió decapitado en el siglo IV durante las persecuciones a los cristianos.
Según la tradición, Blas de Sebaste -ciudad de Armenia de la que era obispo- era conocido por su don de curación milagrosa. Se considera que San Blas salvó a un niño de morir atragantado por clavársele en la garganta una espina de pescado.
Por ello, San Blas es patrono de los enfermos de garganta y de los otorrinolaringólogos.
En su homenaje también se creó en este día la tradición de comer las rosquillas de San Blas, previamente bendecidas en una misa en honor al santo.
El santoral católico es el conjunto de personas reconocidas por la Iglesia como santos o beatos en una fecha concreta. El Martirologio Romano es el documento que nombra y distribuye en el calendario los casi 7.000 santos y beatos reconocido por la Iglesia.
Los santos y santas, son hombres y mujeres destacados en las diversas tradiciones religiosas por sus relaciones especiales con las divinidades o por una particular elevación ética. Mientras que la consideración de beato constituye el tercer paso en el camino de la canonización.
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