Cada 21 de noviembre, la Iglesia celebra la memoria de la Presentación de la Santísima Virgen María en el templo.

En esta fecha se recuerda el episodio según el cual San Joaquín y Santa Ana llevaron a María, su hija, al templo de Jerusalén. En ese entonces, la Virgen María tenía tres años.

Sus padres la llevaron al templo para que la instruyeran en la la religión del pueblo de Israel. Allí la recibió el Sumo Sacerdote junto a otras doncellas.

De esta manera, desde muy niña, María aprendería el valor y el sentido de las promesas de Dios sobre la llegada del Mesías.

¿Por qué celebramos a la Virgen María en esta fecha?

El origen de esta celebración se remonta a la dedicación de la iglesia de Santa María en la Nueva en Jerusalén, en el año 543. Ciertamente, en el siglo VI ya se celebraba la Presentación de la Virgen en la Iglesia de oriente.

Pero es recién en 1372 que el Papa Gregorio XI empezó a celebrar la Presentación de María en Avignon cada 21 de noviembre. Posteriormente, el Papa Sixto V la extendería a toda la Iglesia incorporándola al calendario litúrgico.

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El 21 de noviembre de 1953, el Papa Pío XII instituyó este día como la “Jornada Pro Orantibus” en honor a las comunidades religiosas de clausura.

Texto de ACI Prensa.