Moniciones para el Décimo Sexto Domingo del Tiempo Ordinario – Ciclo B

MONICIÓN DE ENTRADA

Bienvenidos todos a la celebración de la Eucaristía.

Jesús invita a sus amigos a un lugar tranquilo para descansar del ajetreo del día a día. Una vez a la semana el Señor invita a sus hijos a descansar con él, a escuchar al Padre, a orar con Jesús y con los hermanos.

El descanso es una bendición de Dios. Nuestra iglesia, área de descanso, es un lugar tranquilo al que nos trae el Señor para celebrar con él el amor y la salvación.

Comencemos la celebración con el canto de entrada.

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA

Primera lectura: Jeremías 23, 1-6

Jeremías, profeta del pueblo, se enfrenta con los reyes por el descuido con el que tratan las cosas de Dios y el abandono de los pobres.

Jeremías denuncia con vigor a todos los poderosos y anuncia a los humildes la promesa de un pastor en el que podrán confiar y descansar.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA

Segunda lectura: Efesios 2, 13-18

San Pablo habla de los que están lejos del Señor y de los que están cerca.

Jesús murió para reconciliar con Dios a los de fuera y a los de dentro. Todos tienen que ser recreados por el Espíritu de Jesús.

Las barreras humanas están llamadas a desaparecer. Cristo vino y viene para unir lo que está separado, para hacer un pueblo nuevo que alabe a un solo Dios y Padre de todos.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

MONICIÓN AL EVANGELIO

Tercera lectura: Marcos 6, 30-34

La invitación de Jesús, “vengan a un sitio tranquilo”, es para nosotros.

Jesús se retiraba con frecuencia a un lugar tranquilo para estar a solas con su Padre, lejos del ruido y del ajetreo cotidiano.

Jesús quiere que demos tiempo al trabajo y tiempo a la oración. Dios nos da seis días para ganarnos el pan y un día, el domingo, para el descanso, la paz y la oración.

Escuchemos la proclamación del Evangelio.

Oración de los fieles

1. Oremos por el Papa, los obispos y los pastores de la Iglesia para que el Señor les fortalezca en la predicación del evangelio.

2. Oremos por las vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa para que los jóvenes sean generosos a la llamada del Buen Pastor.

3. Oremos por todos nuestros familiares y amigos que han abandonado la fe para que puedan volver a la familia de los hijos de Dios.

4. Oremos por los enfermos de la parroquia para que experimenten el consuelo de Dios y de los hermanos.

5. Oremos por los difuntos de la parroquia y (nombres…) para que el Señor les conceda el descanso junto a él.