Laudes
VIERNES DESPUÉS DE CENIZA
V. Señor, abre mis labios.
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.
Ant A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y
por nosotros murió, venid, adorémosle.
[Sal 94] ó [Sal 99] ó [Sal 66] ó [Sal 23]
HIMNO
Delante de la cruz los ojos míos
quédenseme, Señor, así mirando,
y sin ellos quererlo estén llorando,
porque pecaron mucho y están fríos.
Y estos labios que dicen mis desvíos,
quédenseme, Señor, así cantando,
y sin ellos quererlo estén rezando,
porque pecaron mucho y son impíos.
Y así con la mirada en vos prendida,
y así con la palabra prisionera,
como la carne a vuestra cruz asida.
quédeseme, Señor, el alma entera;
y así clavada en vuestra cruz mi vida,
Señor, así, cuando queráis me muera. Amén.
SALMODIA
Ant. 1 Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con Espíritu firme.
– Salmo 50 –
Misericordia, Dios mío, por tu bondad;
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.
Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces.
En la sentencia tendrás razón,
en el juicio brillará tu rectitud.
Mira, que en la culpa nací,
pecador me concibió mi madre.
Te gusta un corazón sincero,
y en mi interior me inculcas sabiduría.
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
lávame quedaré más blanco que la nieve.
Hazme oír el gozo y la alegría,
que se alegren los huesos quebrantados.
Aparta de mi pecado tu vista,
borra en mí toda culpa.
¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso:
enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti.
Líbrame de la sangre, ¡oh Dios,
Dios salvador mío!,
y cantará mi lengua tu justicia.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.
Los sacrificios no te satisfacen;
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado:
un corazón quebrantado y humillado
tú no lo desprecias.
Señor, por tu bondad, favorece a Sión,
reconstruye las murallas de Jerusalén:
entonces aceptarás los sacrificios rituales,
ofrendas y holocaustos,
sobre tu altar se inmolarán novillos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. 1 Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con Espíritu firme.
Ant. 2 Alégrate Jerusalén, porque en ti serán
congregados todos los pueblos.
Cántico
Tb 13, 10-15.117-19
Anuncien todos los pueblos sus maravillas
y alábenle sus elegidos en Jerusalén,
la ciudad del Santo;
por las obras de tus hijos te azotará,
pero de nuevo se compadecerá
de los hijos de los justos.
Confiesa dignamente al Señor
y bendice al rey de los siglos,
para que de nuevo sea en ti
edificado su tabernáculo con alegría,
para que alegre en ti a los cautivos
y muestre en ti su amor hacia los desdichados,
por todas las generaciones y generaciones.
Brillarás cual luz de lámpara
y todos los confines de la tierra vendrán a ti.
Pueblos numerosos vendrán de lejos
al nobre del Señor, nuestro Dios,
trayendo ofrendas en sus manos,
ofrendas para el rey del cielo.
Las generaciones del las generaciones
exultarán en ti.
y benditos para siempre todos los que te aman.
Alégrate y salta de gozo por los hijos de los justos,
que serán congregados,
y al Señor de los justos bendecirán.
Dichosos los que te aman;
en tu paz se alegrarán.
Dichosos cuantos se entristecieron por tus azotes,
pues en ti se alegrarán
contemplando toda tu gloria,
y se regocijarán para siempre.
Bendice, alma mía, al Dios, rey grande,
porque Jerusalén con safiros y esmeraldas
será reedificada,
con piedras preciosas sus muros
y con oro puro sus torres y sus almenas.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. 2 Alégrate Jerusalén, porque en ti serán
congregados todos los pueblos.
Ant. 3 Sión, alaba a tu Dios, que envía su mensaje
a la tierra.
– Salmo 147 –
Glorifica al Señor Jerusalén;
alaba a tu Dios Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas
y ha bendecido a tus hijos dentro de Ti;
ha puesto paz en tus fronteras,
té sacia con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz;
manda la nieve como lana,
esparce la escarcha como ceniza;
hace caer el hielo como migajas
y con el frío congela las aguas;
envía una orden y se derriten;
sopla su aliento, y corren.
Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. 3 Sión, alaba a tu Dios, que envía su mensaje
a la tierra.
LECTURA BREVE
Is 53, 11b-12
Mi siervo justificará a muchos, porque cargó sobre
sí los crímenes de ellos. Le daré una multitud como
parte, y tendrá como despojo una muchedumbre, por-
que se entregó a sí mismo a la muerte y fue contado
entre los malechores; él tomó sobre sí el pecado de las
multitudes e intercedió por los pecadores.
RESPONSORIO BREVE
V. Él me librará de la red del cazador.
R. Él me librará de la red del cazador.
V. Me cubrirá con su plumaje.
R. Él me librará de la red del cazador.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Él me librará de la red del cazador.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Cuando veas a alguien desnudo, cúbrelo, y no
desprecies a tu semejante; entonces brillará tu luz como
la aurora, y tu justicia te abrirá camino.
Cántico de Zacarías
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con
nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Cuando veas a alguien desnudo, cúbrelo, y no
desprecies a tu semejante; entonces brillará tu luz como
la aurora, y tu justicia te abrirá camino.
PRECES.
-
- Acudamos a Cristo, nuestro Salvador, que nos redi-
mió con su muerte y resurrección, y supliquémosle, di-
ciendo: - Señor, ten piedad de nosotros.
- Tú que subiste a Jerusalén para sufrir la pasión y
entrar así en la gloria - conduce a tu Iglesia a la Pascua eterna.
- Tú que, exaltado en la cruz, quisiste ser atravesado
por la lanza del soldado, - sana nuestras heridas.
- Tú que convertiste el madero de la cruz en árbol
de vida, - haz que los renacidos en el bautismo gocen de la
abundancia de los frutos de este árbol. - Tú que clavado en la cruz, perdonaste al ladrón arre-
pentido, - perdónanos también a nosotros, pecadores.
- Se pueden añadir algunas intenciones libres
- Como Cristo nos enseñó, pidamos al Padre que per-
done nuestros pecados, diciendo: - Padre nuestro ………….
- Acudamos a Cristo, nuestro Salvador, que nos redi-
mosos estos días de penitencia que acabamos de empe-
zar y que nuestras prácticas externas de penitencia
estén siempre acompañadas por la sinceridad de un
corazón que desea convertirse. Por nuestro Señor Jesu-
cristo, tu Hijo
CONCLUSIÓN.
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal
y nos lleve a la vida eterna.
R, Amén.
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