Hoy, 17 de abril, es Jueves Santo, el día en que Jesús celebró la Última Cena con sus apóstoles e instituyó dos sacramentos para salvación de la humanidad: la Eucaristía y el Orden Sacerdotal.
El Jueves Santo es la “puerta de entrada” al Triduo Pascual, es decir, es el “inicio” del periodo más importante de la Semana Santa, en el que conmemoramos la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor.
La Misa de la Cena del Señor es la celebración central del Jueves Santo, pero no es la única celebración eucarística que se lleva a cabo, como veremos a continuación.
Celebraciones litúrgicas del Jueves Santo: la Misa Crismal
Cada Jueves Santo se celebran dos misas muy importantes.
En la Misa Crismal, además, se realiza la renovación de las promesas sacerdotales de todos los presbíteros y sacerdotes incardinados en una diócesis frente al obispo local.
En Puerto Rico la Misa Crismal se celebra en Martes Santo.
En la Misa de la Cena del Señor, a celebrarse al caer la tarde, se conmemora la última Pascua que Jesús pasó con los apóstoles, Pascua que habría de ser “redefinida” a partir del sacrificio de Cristo en la Cruz.
La Iglesia Católica conmemora el Jueves Santo con una celebración eucarística muy especial, de profundo sentido litúrgico. En ella, el sacerdote realiza, a imitación de Cristo, el lavatorio de pies a doce personas de la asamblea -cada uno de estas como representante de uno de los apóstoles-.
Con este gesto, es Jesús mismo quien se pone enfrente de los seres humanos, haciéndose ‘paradigma’ -modelo y medida- de amor a través del servicio: “Si, pues, Yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis unos a otros lavaros los pies, porque os he dado el ejemplo, para que hagáis como Yo os he hecho” (Jn 13, 14-15).
Hace algunos años atrás, en conversación con ACI Prensa, el sacerdote y profesor de teología, P. Donato Jiménez, OAR, recordaba que durante el Jueves Santo debemos aprovechar la oportunidad de reconciliarnos con el prójimo, interiorizando la enseñanza de Jesús sobre la caridad. Jiménez recordaba también que mucha gente acude a la Eucaristía central del día, la Misa de la Cena del Señor, “por un acto de fe”, cosa que está bien, pero a la que hay que añadir “un corazón dispuesto a encontrar el sentido del amor al prójimo”.
Lo que no debemos perder de vista: la vida sacramental
Por otro lado, no debemos perder de vista que hoy celebramos simultáneamente que Cristo instituyó el Sacramento del Orden Sacerdotal, junto al Sacramento de la Eucaristía.
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