En la casa de Betania, el Señor Jesús experimentó el espíritu familiar y la amistad de Marta, María y Lázaro, y por eso el Evangelio de Juan afirma que los amaba. Marta le ofreció generosamente hospitalidad, María escuchó atentamente sus palabras y Lázaro salió rápidamente del sepulcro por mandato de Aquél que ha humillado a la muerte.

¿Qué pasó con Marta, María y Lázaro de Betania?
Se piensa que después de la muerte de Jesús, Santa Marta fue a Francia donde nació se veneración en tiempos de las cruzadas; en aquellos años se divulgó la creencia de que toda la familia de Betania se fue a vivir a Provenza, en este país, y la razón de esta migración fue la persecución religiosa que tuvo lugar después del martirio de San Esteban, quien murió lapidado. La tradición señala que Santa María se fue a Sainte Beaurme y Lázaro a Marsella; María a la Tarascon.

Presuntamente sus reliquias fueron halladas en 1187 y se construyó una iglesia para venerarlas en 1197.

Con información de Vatican News