Se lo llamó el «Taumaturgo del Nuevo Mundo» (algo así como el hechicero del Nuevo Mundo), por la cantidad de milagros que realizó. Había nacido en Montilla, Andalucía, España, el 10 de marzo de 1549.

El estudió con los padres Jesuitas pero siguió a la orden de los Franciscanos, su patrono fue San Francisco de Asís y fue ordenado en 1576.

Partió de Sevilla a América en 1589. San Francisco recorrió por 20 años el continente americano, desde Lima, Perú, hasta Tucumán, Argentina, luego el Chaco Paraguayo, Uruguay, Río de la Plata, Santa Fe y Córdoba. Tenía una milagrosa habilidad para la palabra y la música como así también para entender las diversas lenguas de los nativos, en varias oportunidades supo apaciguar a tribus tremendamente belicosas, como así también poner calma a animales feroces.

Cuenta la leyenda que el fue el cura que alertó a los pobladores de Esteco que si seguían con esa vida la ciudad sería destruida (a pesar de la extemporaneidad).

En 1604 vuelve a Lima donde pasaría sus últimos momentos. El 14 de junio de 1610 se reunieron varios pájaros en su ventana y sonaron misteriosamente las campanas de la iglesia de Loreto… San Francisco moría el día de San Buenaventura (teología en la que se inspiró San Francisco Solano). Su proceso de canonización se abrió a los 15 días y lo canonizaron el 27 de diciembre de 1726.

Se conmemora el 24 de julio por ser la fecha en que comenzó a investigarse su vida y vasta obra.

San Chárbel Makhlouf fue un asceta y religioso del Líbano perteneciente al rito maronita, y el primer santo oriental canonizado desde el siglo XIII.

Este santo nació el 8 de mayo de 1828 en Beqaa-Kafra, el lugar habitado más alto del Líbano. Creció con el ejemplo de dos de sus tíos, ambos ermitaños; y a la edad de veintitrés, dejó su casa en secreto y entró al monasterio de Nuestra Señora de Mayfuq, tomando el nombre de un mártir Sirio: Charbel.

Hizo los votos solemnes en 1853 y fue ordenado sacerdote en 1859 por Mons. José al Marid, bajo el patriarcado de Paulo I Pedro Masad. Fijó como su residencia el monasterio de San Marón en Annaya, que se El Padre Charbel vivió en esta comunidad por 15 años siendo un monje ejemplar dedicado a la oración, apostolado y la lectura espiritual.

Tiempo después sintió el llamado a la vida ermitaña y el 13 de febrero de 1875 recibió la autorización para ponerla en práctica. Desde ese momento hasta su muerte en 1898, se dedicó a la oración (rezaba 7 veces al día la Liturgia de las Horas), ascesis, penitencia y el trabajo manual.  Comía una vez al día y permanecía en silencio.

La única perturbación a su oración venía por la cantidad de visitantes que llegaban atraídos por su reputación de santidad. Estos buscaban consejo, la promesa de oración o algún milagro.

Fue beatificado por el Papa Pablo VI el 5 de diciembre de 1965, durante la clausura del Concilio Vaticano II. Mientras que su canonización se realizó el 9 de octubre de 1977 durante el Sínodo Mundial de Obispos.

Su devoción se ha extendido en el Líbano, pero también ha cruzado las fronteras a América y en especial en México donde se lo venera fuertemente.